Estos dos personajes son
inseparables, y tienen la misión sublime de acrecentar la Creación. Cuando
pienso en ello, me doy cuenta de la grandeza de la mujer, del enorme sacrificio
que este ser admirable, realiza para cumplir el sagrado deber de multiplicar la
especie, exponiendo la vida en cada parto, y amamantar a sus hijos con el
alimento natural a través de sus senos. (Claro que a mí y a mis hijos así nos
criaron nuestras respectivas madres). Hoy por la modernidad y por los
compromisos laborales, los infantes son criados con leches artificiales y esto
los desnaturaliza un poco, al privarlos del contacto con la madre, en las
guarderías, estancias o jardines de niños.
Con respecto al tema que nos
ocupa, considero que la humanidad ha sido engañada con la falsa historia del
paraíso terrenal, el fruto prohibido y la culpa de la serpiente, que incitó a Eva
para que Adán se comiera la manzana, dando como resultado que el acto sexual
fuera condenado como un grave pecado, y se declarara a la carne como enemiga
del espíritu. ¿Qué dirá la Ginecología y la Obstetricia acerca de la concepción
de los seres y el alumbramiento o puerperio?. Por otra parte sabemos que el uso
del sexo es la única forma para lograr la reproducción humana y es
necesario para lograr que el
espermatozoide fecunde al óvulo en el útero humano. Pretender hacerlo por medio
de la probeta, o la clonación, además de ser antinatural, yo dudo mucho que
esto sea verdad, y es un contrasentido, pues siempre se han empeñado los
gobiernos de todo el mundo en controlar la natalidad, por medio de los
anticonceptivos y el uso de los preservativos.
Además qué ignorancia la de los
legisladores al despenalizar el aborto, durante las primeras ocho semanas de
embarazo, qué tremenda deuda con la Creación contraen las féminas, al
deshacerse de los “hijos no deseados”, qué bárbaras, es un crimen de lesa
humanidad. En fin, tienen razón al pensar que yo no soy nadie para juzgarlas,
pero tomen en cuenta que en Europa la natalidad ha descendido peligrosamente.
Con respecto a la mujer, siempre
ha sido víctima del machismo del hombre. La violencia intrafamiliar, física o
sicológica no ha sido erradicada. En los periódicos a diario vienen denuncias
de mujeres maltratadas por sus cónyuges, y en la mayoría de los casos la dama
perdona al golpeador, bajo ciertas condiciones, como el abandono del domicilio
conyugal. Etc.
Del hombre qué puedo decir,
siempre ha habido la imagen del mexicano
como borracho, jugador y enamorado, pero a veces me sorprende la
denuncia de uno que otro “macho” golpeado por la esposa o pareja. En cuanto a
la infidelidad en ambos bandos se manifiesta, y como no está tipificada como un
delito, cada quien alega que es dueño de su cuerpo, y nadie es propiedad de
nadie, y la mujer se desenvuelve en la sociedad con sus apellidos de soltera.
Antes se consideraba un honor darse a conocer con el apellido de su marido. Hoy
sólo se estila en los altos círculos sociales, políticos y empresariales, donde
los apellidos son de rancio abolengo y prosapia.
Todos estos conocimientos son producto de mi experiencia, y de lo
aprendido en la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal.
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