martes, 12 de marzo de 2013

EL HOMBRE PRIMITIVO


 De acuerdo con la Doctrina del “Espiritismo Luz y Verdad”, Adán y Eva no fueron los primeros hombres que habitaron la Tierra, pues según la Biblia ellos vivieron hace unos 6000 años, pero la Antropología y la Paleontología han descubierto en Neandertal, Alemania, el fósil de un hombre que existió hace un millón de años. Tiempo después en Kenya, Africa, se localizó un fémur y un cráneo con una antigüedad de dos millones de años. Con esto la Ciencia echa por tierra el dogma religioso.
Lo cierto es que ambos personajes, efectivamente existieron hace casi 60 siglos, mas ya la humanidad tenía de existir muchos millones de siglos, pero fueron los primeros hombres que vinieron junto con su hijo Seth, a reformar aquella bárbara sociedad antropófaga y promiscua.
Pero imaginemos al hombre primitivo, cuando tuvo que disputar las cavernas a las fieras. Aquellos millones de seres en toda la faz de la Tierra, no tenían donde refugiarse, y por lo pronto se alojaron en estos lugares naturales, más al salir de las cuevas, porque ya no cabían en ellas, los frondosos árboles serían su refugio, mas tenían que soportar a pie firme los embates de la Naturaleza.
Así pasaron 20 millones de siglos, para que el hombre ideara levantar chozas rudimentarias, con apenas montones de piedras y ramas encima a manera de techos. Esto lo aprendieron de lss bestias, a las que veían hacer sus madrigueras. Cuando comieron algún fruto venenoso y vieron morir a un compañero, señalaron el árbol. Pero un día vieron comer a un animal de aquel fruto, y luego comer de otra hierba y no murió, descubrieron el contraveneno. Aquí vemos que los animales fueron los primeros maestros del hombre.
Estos hombres le tenían pavor a las tempestades, con sus tormentas eléctricas y huían de ellas porque los victimaban. Por otra parte los terremotos, la erupción de los volcanes y el ataque de las fieras los tenían aterrorizados.
Y fue durante una tempestad que un rayo incendió el bosque, y como no conocían el fuego, huyeron despavoridos, al apagarse la maleza se acercaron temerosos, y encontraron animales abrasados por las llamas, y probaron aquella carne, y la encontraron agradable al gusto, ya que ellos la comían cruda. No olvidaron este acontecimiento obrado por la Naturaleza.
Un buen día iban de cacería, alguien lanzó una piedra a una res, no le atinó, y el proyectil chocó con otra piedra, y se produjo un destello del color del rayo, se olvidaron de la caza, y a tanto golpear aquellas piedras, lograron encender la hierba seca. Estalló la algarabía, con esto daban un gran paso en su progreso. En otra región otra hombre trataba de agujerar un madero, y por el frotamiento se produjo el ígneo elemento, y feliz día.
El fuego ahuyentaba a las fieras, les servía para preparar los alimentos y también se alumbraban con él. El único animal que no huyó fue el perro, que desde entonces se convirtió en su guardián. Con el fuego y el descubrimiento de los metales, se fabricaron utensilios, aperos de labranza, armas, etc., etc.
Después del descubrimiento del fuego, ya nacieron las grandes religiones, y fue precisamente la Fúlica la que dominó en todo el Oriente. En un principio la religión fue buena, unió a los pueblos, pero la malicia de los sacerdotes la corrompió con los sacrificios humanos y otros ritos inmorales.
Así fue como la humanidad progresó paulatinamente, aunque con una gran imperfección, debido a las religiones, por cuya causa surgieron las luchas fratricidas, y así llegó el hombre a la era moderna y la guerra ha sido su tormento. Lo que parecía imposible se convirtió en realidad, volar por los aires, surcar los mares, correr por los caminos. Los grandes avances de la Ciencia y la Tecnología, pero el hombre sigue siendo primitivo, es el lobo del hombre, no ha evolucionado espiritualmente , no es civilizado, invade países débiles, quita y pone gobiernos peleles, mantiene a la mayoría de la población en la miseria, mientras ellos gozan de todos los lujos posibles, y tanto empresarios como políticos ejercen la plutocracia más infame.

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