Todos los Filósofos han
contribuido con sus sofismas y verdades, sus contradicciones y discernimiento
al progreso material y espiritual de la humanidad. Sólo es necesario asimilar
lo positivo, lo racional.
Por ejemplo, la Escuela Jónica
sentó como principio: “Lo Uno produce lo Múltiple”. Esta es una gran verdad si
tomamos en cuenta que ese UNO generador es el Creador, produciendo de sí mismo
el TODO, que es el Éter, única sustancia que llena los espacios interestelares,
y en segundo término, el Creador produciendo de sí mismo, todos los espíritus
del infinito, sus hijos consubstanciales.
Thales de Mileto, maestro jónico,
vive del año 634 al 548, antes de Jesús, quiere encontrar todo en lo físico o
sea era materialista. Anaximandro, discípulo de Thales existió por los años
550, antes de Jesús, creyó encontrar en la materia el todo. La consideró
infinita y amorfa, pero sometida a las modificaciones del movimiento esencial,
eterno. Al igual que su maestro sostenía que el agua es el elemento sustancial
de todas las formas, y el origen de la vida. Anaxímenes, su discípulo, existió 480 años, a. J., sostenía lo mismo que su
maestro sobre el principio de la causa universal, pero creía ver ese papel, en
el Aire, ya que de sus condensaciones y dilataciones se formaba el mundo.
Dentro de la Escuela Itálica,
tenemos a Pitágoras, existió 570 años a. J., nació en Samos, y se le tiene como
inventor de la palabra Filosofía. Esta Escuela más conocida como Escuela
Metafísica, inspiró a Aristóteles y a Filolao, y da sus fundamentos a las
matemáticas, sentando que “Los números, no constituyen sólo la forma, sino la
esencia de todas las cosas. “El mundo está compuesto por armonías matemáticas
que no son sino unifracciones de lo múltiple, y el universo entero, es el gran
Uno generador de todos los números y fuente de todas las realidades”.
La Escuela Eleática, impulsada
por Jenofanes, de Colofón, Grecia, vivió del año 620 al 500, a. J., formuló la
idea del Monoteísmo. Esta Escuela define la unidad del todo, divinizando a un
Ser Supremo real e inmutable.
Heráclito, de Efeso, vivió de los
años 535 a 475, a. J., este filósofo
sentó. “Todo cambia, excepto la Ley de los Cambios”.
Empédocles, vivió por el año 450
a. J. Su sistema hacía consistir lo real de las alternativas de lo uno y de lo
múltiple. Este pensador se suicidó arrojándose al cráter del volcán Etna,
decían que había subido al cielo, pero
lo desmintió el mismo volcán, arrojando fuera sus sandalias.
Anaxágoras, vivió del año 500 al
426, a. J. Se puede considerar como precursor del Espiritismo. Las conclusiones
que adoptó: 1º.-Lo real es la consecuencia de lo uno y lo múltiple. 2º.-El
mundo es la pluralidad de cosas o entes indivisibles. No encontró el vacío.
Demócrito, nació por el año 540
a. J. Él veía los Átomos en el espacio, y se reía de la ignorancia de sus
contemporáneos, que se burlaban de él. Y decía respecto al átomo: “Decir que se
calcula que estas partículas tienen un diámetro de media millonésima de
milímetro, no nos da la idea de su pequeñez, pero es la vista que nos ofrece al
potentísimo ojo del microscopio más perfecto. Pero es interesante ver que lo
que nos parece una simple mota de polvo, en el microscopio se nos muestra en la
forma perfecta de una concha. No podemos aun formarnos una idea aproximada de
lo que son esos minúsculos “ladrillos” con que la Naturaleza ha levantado el
edificio del Universo. Contentémonos con representarnos la materia como
compuesta de partículas extremadamente pequeñas
que se llaman átomos”.
Algunos sofistas fueron:
Protágoras de Abdera, vivió entre los años 481 al 411, a. J., que solamente
dijo: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Esto es verdad, pero en
metafísica era un cero absoluto, pues decía que sólo conocía las cosas en el
aspecto transitorio en que las sorprendía con los sentidos.
Gorgias Siciliano, vivió del 480
al 375, a. J. Este filósofo decía: “Nada existe”. “Aunque algo existiera, no
podríamos reconocer su realidad”. Encarándose a Heráclito niega “La razón
universal, y no acepta el “Sentido común”.
Antulio vivió por el siglo VII
antes de Jesús. Este filósofo por sus conocimientos fue el punto culminante de
la filosofía griega. El Areópago cometió con él un crimen alevoso, al
condenarlo a beber la cicuta porque lo acusó su esposa Iris de corruptor, pues
había sido aleccionada por los sacerdotes de ese tribunal cuando soltera. A
Iris se la otorgaron como premio al resultar vencedor en las fiestas
culturales-científicas llamadas Panateas, que se celebraban cada 5 años,
período al que Antulio llamó lustro.
Sócrates vive del 470 al 400 a.
J.. “Sólo sé que nada sé”, “Conócete a ti mismo”, fueron sus aforismos. El
primero denuncia al hombre trino y
demuestra que, las cosas nunca se saben a la perfección por el hombre, y es a
causa del eterno perfeccionamiento de las cosas. Sentencia y mandato el segundo
absoluto e ineludible al filósofo, porque sin conocerse a sí mismo, ¿Cómo puede
conocer a los demás?.
El secreto de Sócrates está
demostrado en su diálogo con Alcibíades al que dice: “Yo tengo una ventaja
sobre ti” ¿Cuál?, le pregunta Alcibíades. “Es la de que tengo mejor y más
poderoso guardián que tú, y siempre que no debo hacer una cosa oigo su voz y me
retira”.
Hasta aquí he transcrito del
libro “Filosofía Austera Racional”, de la E.M.E.C.U., la aportación de estos
pensadores, la lista es abundante, y requiere su lectura más minuciosamente.
:D genial!
ResponderEliminarSe la compartiré a mis alumnos de Filosofía para que la lean