lunes, 11 de febrero de 2013

ANDREW ALMAZAN, UN TALENTO MEXICANO

Debemos creer en la reencarnación del espíritu, cuando trenemos noticias de niños con una inteligencia precoz y un talento extraordinario, que nos asombran a tan temprana edad, por sus conocimientos innatos de un arte o ciencia y la mayoría lo atribuye a su alto coeficiente intelectual.
Por la Historia sabemos por ejemplo, que Franz Liszt a los cinco años dio su primer concierto de piano, cuando todavía no sabía leer ni escribir. ¿De dónde trajo su talento musical, pues a esa edad es imposible que aprendiera este bello arte?. Y podríamos citar otros muchos casos de los llamados niños-prodigio, que prematuramente han incursionado dentro de las artes plásticas o en descubrimientos científicos.
Las religiones dicen que son dones de Dios, pero esta aseveración resulta falsa a la luz de la razón, pues es inconcebible que el Creador Universal actúe con tanta parcialidad e injusticia y caprichosamente otorgue privilegios y fortunas, y derrame tanto dolor y sufrimiento sobre sus desventurados hijos, a quienes se les engaña con el trillado cuento de que Dios con su inmenso poder así lo quiere y no hay más que acatar su santa voluntad.
Es cierto que la Ley Divina nos da sólo lo que merecemos, pues nos lo hemos ganado con nuestro trabajo, en existencias anteriores, y sólo ella aplica y ejecuta la ley del Talión. Lo mismo los conocimientos adquiridos son producto de nuestro esfuerzo, y nadie nos los puede arrebatar, por lo que concluímos que estos niños precoces, se han ganado esos atributos a ley, y tienen derecho a exponerlos, y llamar la atención de los estudiosos, para que investiguen dentro del campo de la Metafísica, y no dentro de la materia, atribuyendo al cerebro las facultades que únicamente corresponden al espíritu.
Tal es el caso de un joven mexicano llamado ANDREW ALMAZÁN, que fue entrevistado por Andrés Hopenheimer en su programa del Canal CNN en Español de televisión. Dijo entre otras muchas cosas, que él no se consideraba un genio, que existe un 3% de niños talentosos, y de éstos se desperdicia un 95%, porque, o se les margina, o se automarginan por la incomprensión de los maestros, que no admiten la indisciplina en los programas didácticos, como a él le sucedió, y constantemente era llevado con el Director de la Escuela, por lo que estudió en la Educación Abierta, presentando los exámenes correspondientes, ingresando a la Universidad, en donde estudia simultáneamente dos carreras, graduándose en Psicología a los 16 años, y dentro de un año espera obtener su título de Médico. Cabe hacer mención que a los 4 años de edad le pedía a su padre que le leyera los libros que él no sabía leer. Y según su coeficiente intelectual es mayor 2 puntos que el del profesor Albert Einstein, notable físico alemán-estadounidense.

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