La desencarnación del espíritu, lo que llamamos MUERTE, es un hecho natural, temido por cierto, ya que nos aferramos a la vida, sin importarnos el sufrimiento y el dolor que todos los seres humanos padecemos en este mundo lleno de injusticias, de hambre, de miseria y desesperación.
El fisiólogo francés Antonio Lorenzo de Lavoisier, después de intensas investigaciones sobre los procesos físico-químicos de los organismos vitales, llegó a la conclusión de que la materia es indestructible, ya que nada se crea ni nada se destru heye; todo se transforma,renace, evoluciona y progresa.
Cuando vemos un cuerpo humano descender a la tumba, creemos que lo van a devorar los gusanos, pro la ciencia ha descubierto que no hay generación espontánea, que estos bichos son producto de los huevecillos que depositan las moscas en las heridas y cadáveres animales o humanos expuestos a la intemperie, por diversas circunstancias.
Pero la verdad sobre la muerte, la misma ciencia la explica, afirmando que todo organismo al quedar inerte se descompone y sus átomos y moléculas van a formar parte de otros organismos afines. En esta forma queda demostrado que el cuerpo del hombre no muere, sólo se transforma, y también termina con el mito de que "Polvo eres y en polvo te convertirás", que se tiene por verdad.
Y si el cuerpo del hombre no muere, su espíritu y su alma son inmortales, porque en el espíritu radica la vida, y el alma es la envoltura del espíritu, su doble etéreo o periespíritu, eterna compañera de su amo y señor, que le sirve como archivo-conciencia, y por ella se une al cuerpo, formando la trilogía llamada hombre, que está integrada por Espíritu-Alma-Cuerpo.
La Muerte es un fenómeno natural, que nos causa tristeza, cuando vemos partir un familiar, un hermano, un amigo, porque ha dejado el mundo de las formas, y su ausencia nos mortifica, sin embargo, debemos buscar el consuelo en la verdad, sabiendo que la muerte no existe, sólo es una transformación que sufre el espíritu, al pasar al espacio sideral que es su patria, quedando aquí su materia, como testimonio de sus obras, y a través de sus hijos de alguna manera sigue viviendo, poque ellos tienen una parte del alma de sus progenitores.
Más no va a descansar eternamente en el "Más Allá" él vuelve a ser hombre o mujer porque el espíritu no tiene un sexo definido, y sería una injusticia ser siempre mujer, que en el parto expone la vida, y por lo general, siempre ha sido víctima del machismo del hombre, y de esta manera se hacen justicia en esta rotación sexual. Por eso los espiritistas racionalistas creemos en la reencarnación del espíritu, porque no hay otra explicación racional, de las aparentes injusticias que observamos en la vida diaria, tomando en cuenta que "Ni la hoja del árbol se mueve sin la voluntad del Creador del Universo", el Padre ELOI, o en hebreo HELLI, como lo pronunció Jesús cuando fue crucificado.
Por otra parte las religiones condenan al alma al iunfierno, a donde va, si no recibió el perdón del dsacerdote, mediante la confesión de los pecados, o la extrema unción, en cuyo caso irá añ cielo, al lado de Dios, O se le hacen misas de cuerpo presente o de réquiem ´para lograr su salvación. El Papa Juan Pablo II dejó para la posteridad una frase genial; "El dogma apoya a la razón, y la razón apoya al dogma" Esto lo expresó el Nuncio Apostólico en el programa de televisión "El Asalto a la Razón", de Carlos Marín, lo que es una aberración.
Más el "santo señor", como dijo esta incongruencia expresó una gran verdad: "El infierno no existe físicamente, lo lleva en la mente el pecador", palabras más o menos, el caso es que efectivamente, el espíritu al desencarnar, hace un examen de conciencia, ve los tremendos yerros cometidos en perjuicio de sus semejantes, y lo acosa el remordimiento, poque no puede enmendarlos, y esto lo hace sufrir tremendamente. ¿Será esto un infierno?. O en la tierra como hombre, vive en la miseria. sin tener el sustento seguro para su familia; se le enferma su esposa, y en el hospital no la atienden por falta de dinero y fallece, y tiene que acudir a la beneficencia pública o al donativo de la gente para sepultarla, para que quiere más infierno que éste.
El Cielo es inexistente también, a él irían sólo los santos, y como en la tierra no hay, es otra mentira creada por la religión.
Más cuando haces una buena obra, te invade la satisfacción por el deber cumplido, que se te refleja en la paz del alma y del espíritu, que es el único responsable de tus actos, ni el alma ni el cuerpo rinden cuentas ante la Ley Divina. Tenía razón Confucio; "Por el cumoplimiento del deber se llega indefectiblemente a la perfección", Y entre más perfecto es el hombre, vivirá en el Cielo de la Felicidad
Y recuerda "CONOCETE A TI MISMO" y "AMA A TU HERMANO", son los mandatos y deberes que propone la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, porque al conocer tus entidades, sabes que eres igual a los demás hombres, y que todos por eso somos hermanos, y nos debemos amor, y respeto como hijos del mismo Padre espiritual, y debemos buscar siempre la perfección siguiendo el camino del bien, de la tolerancia, de la justicia, el derecho y la razón, y tomar del mal lo menos posible con nuestros yerros.
Por otra parte las religiones condenan al alma al iunfierno, a donde va, si no recibió el perdón del dsacerdote, mediante la confesión de los pecados, o la extrema unción, en cuyo caso irá añ cielo, al lado de Dios, O se le hacen misas de cuerpo presente o de réquiem ´para lograr su salvación. El Papa Juan Pablo II dejó para la posteridad una frase genial; "El dogma apoya a la razón, y la razón apoya al dogma" Esto lo expresó el Nuncio Apostólico en el programa de televisión "El Asalto a la Razón", de Carlos Marín, lo que es una aberración.
Más el "santo señor", como dijo esta incongruencia expresó una gran verdad: "El infierno no existe físicamente, lo lleva en la mente el pecador", palabras más o menos, el caso es que efectivamente, el espíritu al desencarnar, hace un examen de conciencia, ve los tremendos yerros cometidos en perjuicio de sus semejantes, y lo acosa el remordimiento, poque no puede enmendarlos, y esto lo hace sufrir tremendamente. ¿Será esto un infierno?. O en la tierra como hombre, vive en la miseria. sin tener el sustento seguro para su familia; se le enferma su esposa, y en el hospital no la atienden por falta de dinero y fallece, y tiene que acudir a la beneficencia pública o al donativo de la gente para sepultarla, para que quiere más infierno que éste.
El Cielo es inexistente también, a él irían sólo los santos, y como en la tierra no hay, es otra mentira creada por la religión.
Más cuando haces una buena obra, te invade la satisfacción por el deber cumplido, que se te refleja en la paz del alma y del espíritu, que es el único responsable de tus actos, ni el alma ni el cuerpo rinden cuentas ante la Ley Divina. Tenía razón Confucio; "Por el cumoplimiento del deber se llega indefectiblemente a la perfección", Y entre más perfecto es el hombre, vivirá en el Cielo de la Felicidad
Y recuerda "CONOCETE A TI MISMO" y "AMA A TU HERMANO", son los mandatos y deberes que propone la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, porque al conocer tus entidades, sabes que eres igual a los demás hombres, y que todos por eso somos hermanos, y nos debemos amor, y respeto como hijos del mismo Padre espiritual, y debemos buscar siempre la perfección siguiendo el camino del bien, de la tolerancia, de la justicia, el derecho y la razón, y tomar del mal lo menos posible con nuestros yerros.
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