Todos los seres humanos, como es sabido, procedemos de una misma fuente creadora; por lo tanto, arribamos al mundo teniendo iguales derechos y obligaciones, uno de nuestros derechos es la libertad pues tenemos el libre Albedrío que nos ha otorgado nuestro Padre Común que lo confirma. Más esa libertad está condicionada a la observancia y cumplimiento de las Leyes Naturales o Divinas Leyes no escritas, pero que son mandatos que el Espíritu recibe al salir de la Casa Paterna. También tenemos Leyes humanas, que emanan de los Decretos Divinos, que el hombre está obligado a cumplir, por que regulan las relaciones de los individuos que integran el conglomerado social, para mantener el orden, la armonía y la Paz.
Más ese libre albedrío esa libertad, el hombre la interpreta a su conveniencia y por muchos siglos ha sometido por medio de la fuerza a los pueblos, y a lo largo de los tiempos la historia da cuenta de innumerables guerras, invasiones y cruentas luchas fratricidas originadas por la ambición, la religión, el racismo, la esclavitud, etc. y hasta la fecha sigue latente el afán de dominio de las naciones más poderosas sobre los países llamados del tercer mundo, a los que arrebatan la única fuente de vida que poseen: los hidrocarburos, en mucho de los casos.
No, la Libertad, ese sagrado derecho con que se nace, no se mendiga, se conquista; Diría un pensador por que por siglos el hombre padecía la esclavitud, que como maldita herencia... pasaba de padres a hijos, en una interminable cadena generacional, que alargaria el sufrimiento principalmente a la Raza Negra, tan digna de respeto como la que más. Don Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la Patria, la abolió en México; Abraham Lincoln, en Estados Unidos, donde tuvo lugar la llamada guerra de Secesión. En Puerto Rico, por el verbo Español Emilio Castelar, etc. etc., de lo cual da cuenta la historia lo que demuestra la rebeldía secular del llamado Rey de la Creación, que dominado por los instintos bestiales, comete los crímenes más alevosos en nombre de la Libertad.
Y así tenemos que aún vivimos en el LIBERTINAJE más terrible, al que llamamos LIBERTAD y en nombre de ella se explota inmisericordemente a los pueblos: acaparado el producto de los obreros, Campesinos, Agricultores; de manera que unos cuantos detenta el poder económico, político y agropecuario de las Naciones, mientras la inmensa mayoría de los ciudadanos se debaten en la miseria, el hambre, la incertidumbre y la desesperación sin esperanza alguna de la superación, pues el gobierno está constituido o representado por los empresarios, industriales, banqueros, etc. que tienen como norma o regla de oro la siguiente expresión: LOS NEGOCIOS SE HACEN CON LA CABEZA NO CON EL CORAZÓN.
Ya no es tiempo de luchas intestinas para conquistar los derechos inalienables del hombre, como son la Educación La Salud, la alimentaciòn, vivienda digna, placeres honestos, el vestido, salarios suficientes y no migajas que concede el CAPITALISMO, que actualmente está herido de muerte con los desastres bursátiles, los cracs bancarios y la debacle económica.
Por:
Eduardo Adame Hernández.
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