Hace más de 2000 años, este
Filósofo griego sentó este principio incontrovertible, que para su época era
extemporáneo, pero en la actualidad cobra plena vigencia, dado el fracaso de
todos los sistemas políticos ensayados por el hombre, desde la Monarquía,
pasando por las Dictaduras, hasta concluir con la Democracia Capitalista
Neoliberal, en donde el Pueblo en lugar de gobernar, ha sido relegado al último
lugar en una Sociedad elitista, donde la Plutocracia reina inmisericordemente.
Vemos en toda Europa un mundo
convulsionado, donde los pueblos reclaman sus derechos, a través de
manifestaciones, por el desempleo, las pensiones, la privatización de la
Educación, la Salud, y los gobiernos son incapaces de solucionar estos
problemas sociales, por la crisis económica, y como en Turquía, son reprimidos
violentamente, con gases lacrimógenos y cañones de agua.
No hay peor ciego que el que no
quiere ver. El Capitalismo ha tocado fondo. El dios dinero se ve impotente para
solucionar estos conflictos. Es tiempo de cambiar radicalmente de régimen
político, e iniciar la transición hacia la Democracia Socialista, en donde el
Pueblo gobierna a través de sus mandatarios, que ejecutarán las órdenes del
Pueblo soberano. Dejen atrás las mentiras del Capitalismo, de que les van a
quitar a los ricos lo que tienen. No, se expropian los monopolios, los bienes
que son del Pueblo, porque así lo especifican las leyes primordiales, y que
están en manos de una minoría explotadora.
La América del Sur ha despertado
de su letargo de siglos de colonización, ya se cansaron los países del cono
Sur, de vivir marginados, por los gobiernos capitalistas, y la intervención de
las grandes potencias, con los golpes de Estado de los militares, que han
mantenido a los Pueblos en la miseria. Han optado por el Socialismo, porque el
trabajo colectivo les ha dado resultados positivos en todos los órdenes, a tal
grado que países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina, Brasil, Ecuador,
han recibido el reconocimiento de la FAO, por haber reducido el hambre, en más
de un 50%, al igual que muchos otros países del mundo. Es que cuando se tiene
como objetivo el bienestar del hombre y no su explotación, los gobiernos
encuentran en la vocación de servicio, el fin con el cual lograrán la paz, la
armonía y el amor fraterno..
Convénzanse señores Capitalistas
que no es por medio de la guerra, como se dominará al mundo, los caminos de la
paz, el derecho y la razón, derrotarán siempre a la razón de la fuerza, de la violencia
y del odio. Ya basta de invasiones y genocidios. Piensen que se están quedando
solos, ya la Humanidad llegó al límite de su paciencia, tolerancia y
sufrimiento.
Ya debemos regirnos por los
principios de Platón, que sentó: “El Estado tiene por objeto la formación de
hombres virtuosos”. “Las leyes del Estado son iguales a la moral del Pueblo”.
“La Psicología del Estado es semejante a la de los individuos que componen el
Estado”.
Mientras Aristóteles, su
heredero, concebía la moral como: “El ejercicio de la actividad humana,
subordinada a la razón”. Y que “El hombre adquiere los conocimientos por la
experiencia”. Y os remito al Libro “Filosofía Austera Racional” de la
E.M.E.C.U., donde encontrará la verdadera Historia de la Filosofía. La Escuela
tiene por fin la Fraternidad humana y el establecimiento de la Comuna de Amor y
Ley.